Ver es creer para los cocineros griegos
El proyecto COLDGR, financiado con fondos europeos, ha elaborado una retrospectiva del uso de la refrigeración mecánica en Grecia que relata el desarrollo de la cadena de frío en dicho país entre la década de los años veinte del siglo pasado y la de los 2000, poniendo en contexto la refrigeración desde el punto de vista tanto industrial como doméstico y haciendo hincapié en el sector del pescado congelado y la refrigeración de productos agrícolas. Los miembros del proyecto prestaron especial atención al periodo comprendido entre 1950 y 1970, que se caracterizó por el desarrollo de la cadena de frío y la generalización gradual en el uso de los frigoríficos eléctricos domésticos en los hogares de las ciudades griegas. Con la integración de Grecia en la Comunidad Económica Europea a finales de la década de los sesenta, se utilizaron publicaciones financieras e informes técnicos como base para gran parte de la investigación realizada en torno a la cadena de frío en dicho país. Además, materiales de ese mismo periodo extraídos de periódicos, revistas, libros de cocina y publicaciones especializadas en nutrición proporcionaron información útil sobre cómo evolucionó la perspectiva de los consumidores de la época en relación con la refrigeración. La refrigeración mecánica en Grecia nació con la industrialización que se produjo en el país a lo largo del siglo XX y el desarrollo de infraestructuras, tales como redes de carreteras y ferrocarril. Se crearon nuevos puestos de trabajo que promovieron el surgimiento de la profesión de técnico y de asociaciones de estos dedicadas al mantenimiento y el suministro de máquinas refrigeradoras, así como de vendedores y demostradores de utilización electrodomésticos que se encargaban de promover su uso. Por su parte, en aquella época también se ofrecían los servicios de economistas especializados en el ámbito doméstico, que informaban y asesoraban a los consumidores en cuanto a aspectos cotidianos de la vida, incluida la alimentación y la nutrición. El equipamiento eléctrico, que cambió la función del ama de casa para siempre, no supuso una transición sencilla para todos. Se optó por contratar a los mencionados economistas domésticos para persuadir a las amas de casa griegas de las grandes ventajas que ofrecía el equipamiento eléctrico frente a los dispositivos que utilizaban gas. Las demostraciones sobre el uso de este equipamiento eran financiadas por los propios fabricantes, y las economistas domésticas —eran mujeres— iban hogar por hogar con el apoyo de vendedores informando sobre la conveniencia de los electrodomésticos a las amas de casa griegas.