Nuevo sistema de refrigeración aeronáutico
La iniciativa europea «Cielo Limpio» promueve un uso cada vez más amplio de componentes electrónicos en las aeronaves por motivos de ahorro de peso. Sin embargo, al no ser capaces los sistemas de refrigeración convencionales de manejar los nuevos niveles de temperatura, más elevados, se hace necesario disponer de métodos de refrigeración más potentes para las aeronaves modernas. En el ámbito del proyecto HTCS (Passive cooling solution validation for aircraft application), dotado de financiación europea, se ensayaron diversos métodos pasivos de refrigeración. Los sistemas capilares con fluidos bifásicos se perfilaron como los que podían ofrecer mayor eficiencia, debido a su alta capacidad de transporte térmico y de bombeo pasivo. Los ensayos exhaustivos realizados por el consorcio se orientaron a cualificar este tipo de sistemas para su empleo en la aviación. Después de comparar varios tipos de fluido refrigerante, se decidió adoptar una combinación de agua y níquel. También se analizaron los posibles puntos débiles del sistema y se diseñaron mitigaciones ante las contingencias derivadas. El sistema que resultó de esta labor se basa en la dispersión térmica bifásica. Este principio implica que el calor se evacúa por vaporización, a lo que sigue la condensación del fluido. Al tratarse de un sistema pasivo, no necesita alimentación eléctrica. El sistema propuesto por el proyecto HTCS proporciona una refrigeración eficaz de los componentes aeronáuticos que funcionan a alta temperatura y se caracteriza por un diseño eficiente y ligero. Así, las aeronaves serán más fiables y utilizarán el combustible con mayor eficiencia.
