Una tecnología superior para hacer seguimiento de enfermedades
La tomografía por emisión de positrones (PET) es una técnica de imagen que consiste en una cámara especial y una molécula «trazadora» con la que se visualizan órganos y se buscan indicios patológicos. Ese trazador se obtiene uniendo un átomo radioactivo —por norma, flúor-18 (18F)— a una molécula utilizada por el organismo (p. ej. la glucosa) para generar un radionucleido. El 18F es bastante inestable, pues la mitad de sus átomos decaen en un plazo de ciento diez minutos. Por consiguiente, el radionucleido se tiene que inyectar en el organismo inmediatamente después de su preparación. Además, el 18F está limitado en la actualidad al marcaje de moléculas pequeñas y simples como la glucosa. A fin de ampliar las capacidades de la PET a moléculas complejas más interesantes desde el punto de vista biomédico, unos científicos han desarrollado nuevos trazadores radiactivos gracias a la financiación concedida por la UE al proyecto FLUOPET (Late stage fluorination for positron emission tomography applications). Los investigadores aprovecharon los últimos avances en este campo en cuanto al uso del 19F, la forma de flúor más estable y abundante, para fluorar moléculas más complejas. Pretendían adaptar los métodos químicos desarrollados para el 19F a la versión del 18F que se utiliza en la técnica de imagen por PET. Pero antes elaboraron protocolos para la fluoración de moléculas complejas, como los receptores de las células nerviosas, para imaginología encefálica con el átomo estándar del 19F. En el decurso de estos experimentos, los científicos crearon un líquido que contenía flúor y que ofrece mayor utilidad que su forma gaseosa habitual. Se trata de una invención pendiente de patente gracias a la cual los químicos podrán preparar compuestos fluorados de manera más sencilla. Al término del proyecto, FLUOPET creó dos nuevos trazadores para PET con el fin de visualizar proteínas y receptores involucrados en afecciones neurodegenerativas y cáncer. La labor realizada supondrá un gran avance en cuanto a las capacidades de una técnica no invasiva ya de por sí potente para diagnosticar y vigilar enfermedades de gran relevancia en la sociedad.