Un tratamiento contra el VIH y su relación con el envejecimiento prematuro
Los datos sugieren que la infección por el VIH, incluso cuando se trata con una TARC adecuada, está asociada a un envejecimiento acelerado. Los pacientes infectados podrían presentar enfermedades concurrentes no contagiosas asociadas a la edad (AANCC) como, por ejemplo, enfermedad cardiovascular, nefropatía, hepatopatía y neumopatía crónicas, diabetes mellitus, osteoporosis y cáncer no causado por el sida. Una de las teorías afirma que el VIH induce un daño generalizado en los tejidos, órganos y aparatos a través del sistema inmunitario u otros mecanismos. El bajo grado de inflamación mantenido durante el TARC podría inducir la activación de afecciones no relacionadas con el sida como el envejecimiento. En el proyecto COBRA (Co-morbidity in relation to AIDS), financiado con fondos europeos, se compararon personas VIH positivas y VIH negativas con estilos de vida y características demográficas similares. Un aspecto esencial fue excluir cualquier otro factor que pudiera afectar al envejecimiento. Sin embargo, en el estudio se incluyeron muy pocas mujeres y personas que no fueran de raza blanca, lo que limitó la validez de los resultados en estos grupos. Las personas infectadas por el VIH recibían TARC y no presentaban carga viral detectable, de esta forma, se obtuvieron datos sobre los efectos de la infección por VIH tratada sobre el envejecimiento. En conjunto, las pruebas cognitivas y los biomarcadores de neuroimagen y del envejecimiento, no mostraron datos de que el VIH tratado acelere el envejecimiento. A pesar de que se observaron algunas diferencias en las neuroimágenes relacionadas con la edad, no había indicios de pérdida de capacidad mental o deterioro cerebral durante un período de dos años en los pacientes con VIH tratados. Cabe destacar que las personas infectadas por el VIH expresaban mayor concentración de marcadores para la inflamación y la activación inmunitaria. Con objeto de separar los efectos del VIH de los del TARC, se estudiaron ratones con un sistema inmunitario humano. Tras la infección por VIH, se analizó la evolución del virus, las características inmunológicas, los cambios metabólicos y el envejecimiento. Se observó que después de la infección, la microglía se activaba mientras que los linfocitos CD4 se reducían progresivamente. En conjunto, los resultados del estudio señalan la importancia de administrar un tratamiento contra el VIH óptimo a fin de estabilizar las enfermedades seniles concurrentes asociadas al VIH. La sensibilización acerca de los resultados obtenidos en COBRA contribuirá a promover un diagnóstico y un tratamiento precoces de la infección por VIH así como la adopción de un estilo de vida más sano.
Palabras clave
VIH, envejecimiento, terapia antirretroviral, inflamación, COBRA
