Las presiones de la paternidad en la era digital: una instantánea antropológica
Aunque existen datos cuantitativos sobre el uso que hacen los niños de las pantallas y su interacción con los medios de comunicación digitales, hay pocas investigación cualitativas sobre cómo ha afectado a la dinámica familiar. También se dispone de pocos datos sobre la repercusión de las pantallas en el bienestar de padres e hijos y sobre la opinión de los padres acerca de la educación y la alfabetización digital. «La idea era obtener una instantánea de cómo viven realmente las familias con las pantallas o los dispositivos, con los medios de comunicación digitales, utilizando perspectivas etnográficas cualitativas», explica Nofit Itzhak, antropóloga psicológica y becaria posdoctoral en el Departamento de Antropología, Filosofía y Trabajo Social de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona (España). La mayoría de los estudios sobre la digitalización suelen basarse en encuestas cuantitativas, por ejemplo sobre el tiempo frente a la pantalla. Entre ellos figura el proyecto CO:RE, financiado con fondos europeos. Sin embargo, según indica Itzhak, los antropólogos pueden proporcionar datos contextualizados y valiosos sobre el uso que hacen las familias de las pantallas o los dispositivos. El equipo del proyecto TecWell, que contó con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, utilizó técnicas de observación en entornos educativos y en el hogar, junto con entrevistas con los padres.
Dispositivos a modo de niñeras
«En la actualidad, la familia nuclear no suele contar con el apoyo de la familia extensa ni de otras redes sociales», señala Itzhak. Para muchas familias, las pantallas y los dispositivos se utilizan como «niñeras» que mantienen a los niños ocupados de forma segura y ayudan a los padres a hacer frente a las crecientes exigencias de la vida moderna. Itzhak encontró relativamente poca interacción con las pantallas o los dispositivos juntos, como una familia. «Pero al mismo tiempo, la pantalla se considera una “niñera mala” que tira de los niños, que los arrastra —dice Itzhak—. Muchos padres sienten que esto perjudica a sus hijos, aunque no siempre tienen claro por qué».
Repercusión en el bienestar de los niños
Las conversaciones con los padres revelaron que las pantallas se han convertido en parte de la ansiedad general sobre la buena crianza y la educación. Hay consenso general en que las pantallas son malas para los niños, pero no se sabe muy bien por qué, explica Itzhak. «En las ciudades los niños no pueden salir a jugar con sus hermanos o amigos, al menos no tanto como antes —añade—. Los padres alegan muy a menudo este contraste entre lo físico del juego al aire libre y la interacción más sedentaria y cognitiva con las pantallas, a veces con un sentimiento de nostalgia por un pasado idílico perdido». «A edades más avanzadas también nos llega la amenaza de internet o las redes sociales como un espacio social en el que los padres no pueden controlar o tener cierta idea de con quién o con qué interactúan sus hijos», dice, y señala «la sensación o el miedo de los padres a perder el control sobre la conducta de sus hijos de forma que pueda ponerle en peligro».
La ansiedad de los padres ante un futuro impredecible
El uso de los medios de comunicación digitales también está nutriendo la ansiedad de los padres por el futuro y por cómo preparar a sus hijos para este. «La crisis medioambiental, el hecho de que estemos viviendo una cuarta revolución industrial, con la rápida y, hasta ahora, mayoritariamente no regulada introducción de los sistemas ciberfísicos, de la inteligencia artificial en nuestras vidas: las cosas parecen estar cambiando muy deprisa», señala Itzhak. «Muchos padres buscan más información, consejos: ¿Cómo debo educar a mi hijo?». «La reacción de algunos padres ante la mayor digitalización y la incertidumbre del futuro es querer que sus hijos dominen esta tecnología, como aprender a programar o asistir a clases de robótica». «Los padres con relativamente pocos conocimientos digitales tienden a querer que sus hijos los adquieran. Ven el valor que tiene y tienden a tener menos miedo de que sus hijos utilicen la tecnología».
La alfabetización digital y una información mejor
Una alfabetización digital mejor, como la que se aborda en el proyecto ySKILLS, financiado con fondos europeos, y la alfabetización en materia de inteligencia artificial, tanto para niños como para padres, podrían ayudar a aliviar estas ansiedades y mejorar el bienestar. Según Itzhak, es importante apoyar a los padres con información y recursos fiables, también sobre investigación, para reducir su sensación de ansiedad e impotencia. «No se trata solo de la alfabetización digital, sino de cómo promovemos el bienestar digital de los padres, de las familias. Los padres necesitan más ayuda para vivir en la era digital sin perder la cabeza ni sentirse constantemente culpables», añade.
Palabras clave
TecWell, antropología, teléfonos inteligentes, medios de comunicación digitales, alfabetización digital, digitalización, familia, paternidad
