Más aviones y más opciones de entretenimiento durante el vuelo
En la industria aeroespacial se está produciendo una suerte de revolución casi silenciosa. Antaño la atención se centraba en mejorar el rendimiento y la eficiencia de los fuselajes, los motores y otros sistemas primarios, pero cada vez se cuidan más las cabinas. La competencia en el mercado del transporte aéreo, y sobre todo en el sector corporativo, no deja de crecer, y en consecuencia los operadores se esfuerzan por atraer y retener a los clientes tratando de poner a su alcance una experiencia de vuelo lo más atractiva posible. Pero esto no se limita necesariamente a remozar los interiores de las cabinas con asientos nuevos. Los pasajeros de los aviones privados tienen unas expectativas especialmente exigentes por cuanto se refiere al acceso a información y entretenimiento. Por ello los distintos operadores invierten fuertes sumas en modernizar los sistemas de gestión de cabina. No obstante, los responsables del proyecto ANAIS consideraban que toda la cabina del avión, tanto en primera clase como en clase turista, debe servir de poste móvil de comunicaciones. Así, el proyecto ANAIS introdujo sistemas intuitivos y plenamente integrados que regulan la iluminación, el suministro de agua y el desagüe y permiten un mantenimiento centralizado. Además, ofrecen a los pasajeros un servicio de comunicaciones vía satélite de alta velocidad, que es de gran importancia en primera clase, donde muchos clientes desean mantener su productividad en la medida de lo posible. Aparte de ofrecer a los pasajeros una gama amplia de servicios en vuelo antes inimaginables, los nuevos sistemas de gestión de cabina poseen importantes ventajas para los operadores. Su peso es muy inferior al de la generación anterior, necesitan menos mantenimiento y permiten, por tanto, ahorros cuantiosos. El peso es el factor más determinante para las compañías aéreas y los operadores privados. A mayor peso de la aeronave, mayor consumo de combustible, un aspecto especialmente inquietante y acuciante dada la vertiginosa subida de los precios de los combustibles. También se encarecen los derechos aeroportuarios de aterrizaje, fijados conforme al peso de cada avión. Afortunadamente, los nuevos sistemas de gestión de cabina permiten un ahorro considerable en cuanto a peso y espacio. Es posible que los pasajeros de vuelos comunes pronto puedan apreciar las ventajas que ofrecen los sistemas de gestión de cabina más avanzados. Gracias al atractivo que poseen para los operadores, que se enfrentan a requisitos medioambientales y limitaciones presupuestarias, los pasajeros pronto podrán trabajar, ver la televisión, acceder a juegos y comunicarse como nunca antes.