Un sistema asequible de detección de fallos para aviones de envergadura pequeña
Los sistemas «Fly-by-wire» («control de vuelo por señales eléctricas», FBW) cumplen la función del control de vuelo aeronáutico manual. Su funcionamiento consiste en la conversión de los movimientos de la aeronave en señales electrónicas que se transmiten por cables, de ahí su denominación. A continuación un ordenador responsable del control de vuelo determina las maniobras convenientes para estabilizar el avión sin que el piloto participe en la operación. Los aviones comerciales están dotados de un sistema digital de control del vuelo (DFCS) que cuenta con tecnología FBW, la cual refuerza la seguridad y proporciona ciertas ventajas operativas. La inversión adicional que exige esta tecnología se amortiza cuando se trata de un avión de envergadura grande, pero resulta desproporcionada, en relación con el coste total de fabricación, en un avión de menor tamaño. El proyecto comunitario ADFCS («Sistema digital de control de vuelo asequible») se puso en marcha precisamente para abaratar el coste de los sistemas FBW, para lo cual se revisaron diversas herramientas y metodologías así como la arquitectura de estos sistemas. Uno de los objetivos primordiales fue aumentar la eficiencia del sistema FCLAW (Flight Control Law, o «ley de control del vuelo»), cuya función es impedir que el piloto fuerce la aeronave. De este modo, por ejemplo, el modo de vuelo impide velocidades superiores a los límites aceptables e inclinar el avión en ángulos demasiado pronunciados. Los investigadores crearon una herramienta de simulación de usos múltiples y una serie de objetivos claros del diseño que dotan a una aeronave pequeña de buena maniobrabilidad. Los aviones grandes suelen contar con una turbina dinámica (RAT) que, en caso de no responder los servicios de la aeronave (lo cual puede provocar el corte del suministro energético a la misma), genera energía auxiliar. Pero su coste es prohibitivo en la construcción de aviones pequeños. Por ello se diseñó una alternativa más económica, una unidad electrógena automática auxiliar que funciona con una batería, y se exploró la posibilidad de alimentarla mediante células de combustible. En definitiva, los socios de ADFCS trabajaron en tecnología avanzada y ya habitual en las grandes aeronaves comerciales y modificó sus sistemas y arquitectura para obtener variantes de coste asequible para todas las compañías aéreas. Sin duda el aspecto más beneficiado es la seguridad de los pasajeros. Además, gracias a esta labor las compañías de menor tamaño pueden competir con las grandes aerolíneas en pie de igualdad.