Recolección de energía en las carreteras
Financiada por la Unión Europea, la iniciativa de investigación POWERAMP se dedicó al desarrollo de unos prototipos recolectores de energía en las carreteras consistentes en badenes, o resaltos reductores, de velocidad dinámicos capaces de transmitir la energía cinética generada por los vehículos que pasan por encima. Los artífices de este proyecto de colaboración desarrollaron el sistema desde su diseño inicial hasta la fase de fabricación, y pasaron a continuación a su validación en programas piloto en condiciones reales. Estos resaltos están pensados para zonas en las que existe la necesidad de controlar la velocidad o bien en las que se detienen vehículos. En consecuencia, pueden cumplir un propósito doble al incrementar también la seguridad vial, pudiéndose instalar en zonas próximas a pasos de peatones, centros escolares y zonas residenciales. Conviene destacar que su altura puede ajustarse a las distintas velocidades deseadas para el tráfico, de tal manera que pueden emplearse en diversos tipos de vías. La tecnología de POWERAMP se diseñó con la premisa de que no debía afectar a la trayectoria de los vehículos ni generar molestias a los pasajeros. También debía ser capaz de soportar las fuerzas intensas ejercidas por los vehículos en movimiento a gran velocidad a lo largo de cientos de millones de ciclos de fatiga, motivo por el que los materiales debían presentar una durabilidad muy alta. También debía tolerar extremos de temperatura, precisar un mantenimiento reducido y plantear un riesgo nulo para peatones y otros usuarios de la vía pública como los ciclistas. El sistema de POWERAMP superó las pruebas pertinentes y se espera que salga a la venta en un plazo de dos años. Este sistema de captación de energía de la carretera, basada en un recurso de fácil obtención, podría erigirse en una fuente nueva e inmensa de energía ecológica y renovable. Se ha calculado que podría alcanzar un valor anual de dos mil millones de euros. Diversas empresas europeas se encuentran a la cabeza de las innovaciones en este campo, por lo que podría generar un crecimiento económico abundante para los sectores de la tecnología y la construcción de la UE.