Creación de una red europea para el control no químico de malas hierbas
Las malas hierbas son un problema recurrente y uno de los principales retos a los que se enfrenta la agricultura. Constituyen un factor limitante para los cultivos convencionales y ecológicos —incluidos los viñedos y los cultivos herbáceos y hortícolas—, por lo que su control resulta esencial. Si bien los herbicidas sintéticos han propiciado un aumento de la producción de alimentos, su uso ha conllevado importantes costes para el medio ambiente, los recursos naturales y la salud humana. Aunque existen alternativas, su aplicación sigue siendo limitada. «Muchos agricultores son reacios a adoptar métodos no químicos de control de malas hierbas, ya que estos implican mayor complejidad, costes más elevados y más tiempo de trabajo que el uso de herbicidas», explica Olga Kriezi(se abrirá en una nueva ventana), gestora del proyecto e investigadora asociada de la Universidad Agrícola de Atenas(se abrirá en una nueva ventana). «Los agricultores deben conocer tanto las ventajas como los inconvenientes de estos métodos, entender su funcionamiento y adquirir experiencia práctica en agricultura sostenible». En Oper8(se abrirá en una nueva ventana), Spyros Fountas, coordinador del proyecto, y su equipo establecieron una red europea para difundir información relevante sobre los métodos de control no químicos y sostenibles de malas hierbas y promover su puesta en práctica. El proyecto se basó en los conocimientos y resultados obtenidos por ocho grupos operativos(se abrirá en una nueva ventana) creados en el marco de la Asociación Europea para la Innovación en materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícolas(se abrirá en una nueva ventana). «La necesidad de capitalizar, mantener y seguir desarrollando la investigación y los resultados de los grupos operativos, sin dejar de apoyar y capacitar a los agricultores, fue una de las principales motivaciones de nuestro proyecto», comenta Kriezi.
Desarrollo de mejores prácticas
En primer lugar, el equipo de Oper8 recabó el apoyo de los grupos operativos y, a continuación, creó siete redes nacionales(se abrirá en una nueva ventana) para debatir sobre métodos de control de malas hierbas. Las redes nacionales organizaron grupos focales, demostraciones, seminarios y actividades participativas centradas en los agricultores. El siguiente paso consistió en crear una red temática europea basada en estas redes nacionales y respaldar otras actividades participativas, como talleres, encuestas, seminarios web, intercambios y cursos de aprendizaje en línea. «En esta fase, el debate adquirió una dimensión europea, con agricultores, investigadores, asesores, responsables políticos, ciudadanos, estudiantes y profesionales del sector compartiendo las dificultades y las conclusiones sobre la adopción de soluciones alternativas para el control de las malas hierbas», señala Kriezi. Los resultados más destacados de Oper8 son las ochenta y siete mejores prácticas(se abrirá en una nueva ventana), cada una de las cuales representa una solución alternativa de control de malas hierbas adaptada a las necesidades, fortalezas y cultivos específicos de cada país. Los investigadores las desarrollaron en cien resúmenes de prácticas, ochenta y tres fichas informativas, cincuenta vídeos y un módulo de aprendizaje en línea, disponible(se abrirá en una nueva ventana) en los siete idiomas del consorcio. «Gracias a esta documentación exhaustiva y al material audiovisual, Oper8 ayuda a los agricultores de toda la Unión Europea a adoptar métodos sostenibles y no químicos de control de malas hierbas», afirma Kriezi. Todo el material estará disponible en la Red Europea de la PAC,-FarmBook, Zenodo y el sitio web de Oper8. Oper8 también promueve la adopción de soluciones alternativas para el control de malas hierbas proporcionando información a todas las partes interesadas a través de Inventario Oper8(se abrirá en una nueva ventana), una puerta de acceso en línea al conocimiento sobre el control de malas hierbas, y colaborando(se abrirá en una nueva ventana) con otros proyectos europeos con objetivos similares, como AGROSUS y GOOD.
Una agricultura más sostenible
El equipo subraya la importancia de situar a los agricultores en el centro de cada actividad, a fin de promover su compromiso con la transición hacia una agricultura sostenible. El gran interés de este colectivo se manifestó en el elevado nivel de participación, con 5 051 partes interesadas en un total de 76 actividades de demostración. «Con los materiales y recursos desarrollados en Oper8, buscamos capacitar a las personas para que examinen y apliquen métodos alternativos de control de malas hierbas, adapten cada solución a sus necesidades, respeten el medio ambiente y se acerquen a la consecución de sistemas agrícolas verdaderamente sostenibles y resilientes», concluye Kriezi.