Etiquetado nutricional para elegir alimentos mejores
Este tipo de etiquetado puede orientar a los consumidores hacia opciones alimentarias más sanas. No obstante, aún se sabe poco sobre el uso que se hace de estas etiquetas a la hora de adquirir productos, circunstancia que complica las labores de redacción y evaluación de políticas fundamentadas en principios científicos con relación a este tipo de etiquetado. El proyecto «Food labeling to advance better education for life» (FLABEL) estudió las relaciones que existen entre los factores del entorno, los personales y las características de las propias etiquetas para explicar cómo influye la información nutricional de dichas etiquetas a la hora de elegir alimentos y por tanto en la dieta.Los trabajos del proyecto sacaron a la luz una disponibilidad muy elevada de información nutricional en los productos alimentarios en Europa. Se descubrió que la mayoría de los envases de alimentos (85 %) muestran información nutricional en su parte trasera y que cerca de la mitad (49 %) la muestran en la delantera.También se observó que los consumidores son capaces de entender la información presentada y no tienen problemas a la hora de utilizarla para clasificar productos en función de los beneficios que aportan a su salud. Los resultados del estudio muestran que la falta de motivación y atención son dos obstáculos que impiden que el etiquetado nutricional influya positivamente en las elecciones de los consumidores. El equipo descubrió que no se presta la suficiente atención a estas etiquetas como para que la información sea asimilada con eficacia. Además se observó que los consumidores han de tener una motivación (un objetivo sanitario, por ejemplo) para interesarse en mayor medida por las etiquetas nutricionales y consultar la información proporcionada. Según los miembros de FLABEL, la mejor forma de que el consumidor preste mayor atención y aproveche el etiquetado nutricional pasa por proporcionar información sobre nutrientes fundamentales y energía en la parte delantera del paquete mediante un sistema homogéneo. Un logotipo relacionado con la salud que acompañe a esta información aumentaría la atención prestada a la información y su aprovechamiento. Los conocimientos obtenidos mediante FLABEL contribuirán a que los estamentos políticos y la industria alimentaria de la UE redacten directrices sobre el empleo del etiquetado nutricional. El debate sobre políticas al respecto entre distintos agentes interesados apuntó que se debería considerar el etiquetado nutricional en un contexto más amplio, estandarizar las directrices de uso y utilizar la información como un incentivo importante de cara a reformular los productos ofrecidos e introducir innovaciones.
